NANI
Y LA PILA
PARA MI BISNIETA JULIA EN SU TERCER CUMPLEAÑOS.
Una vez había una niña que
se llamaba Nani: era muy bonita, muy buena y muy lista, pero un poco bastante
caprichosa.
Nani tenía un hermanito y
una hermanita más pequeños, y como eran tan chicos, los papás tenían que
vigilarlos durante la noche por lo que dormían en sus cunas en la misma
habitación que ellos, y no como Nani que tenía una habitación para ella sola,
con todos sus juguetes porque era ya más mayor.
Pues bien: como era tan
caprichosa, cogió la fea costumbre de levantarse todas las noches y pasarse de
su cama a la de los papás, con los que los despertaba y ya no los dejaba
descansar.
Su mamá se enfadaba un
poco, y le decía que no hiciese eso, y que se estuviera tranquila en su cama
toda la noche, pero Nani no hacía caso, y seguía levantándose, por lo que una
noche, cuando llego la hora de acostarse mamá, la cogió de la mano y la llevó a
la galería donde estaba la pila de lavar la ropa.
-Mira Nani- le dijo. ¿Ves
la pila? Como puedes ver no tiene agua dentro, pero sí tiene un saco muy áspero
doblado; si esta noche te levantas, y te pasa a nuestra cama, te cogeré, te
acostaré en la pila, el saco te servirá de colchón, y te taparé con otro saco,
y así haré todas las noches que te levantes.
Como Nani era tan buena y
tan lista, pensó que su mamá tenía razón, y que era capaz de hacerlo, y ahí se
terminaron los paseos de media noche, y se quedó quieta y tranquila en su cama,
con lo que todos pudieron dormir y se pusieron muy contentos. Y colorín
colorado este cuento se ha acabado.
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