sábado, 12 de diciembre de 2020

LOS VIAJES EN LA ALFOMBRA MÁGICA

 

LOS VIAJES EN LA ALFOMBRA MAGICA

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_Abuela estoy aburrido no se qué hacer- dijo Pelayo.

_ ¿Cómo que estas aburrido?

_Si, no tengo aquí conmigo ningún amigo y estoy cansado de mis juguetes.

_Eso de que no tienes contigo ningún amigo no es cierto, tienes a tu mejor amiga, tu imaginación, que siempre está junto a ti, lo que pasa es que ahora como no le haces caso está dormida, pero no tienes más que darle un toquecito y vendrá en tu ayuda y entones veras lo bien que lo pasas.

_ ¿Y cómo lo hago?

_Ven; escucha, lo primero que tienes que hacer es llamar al primo Eduardo y después llamáis a los otros primos; Alicia, Adrian, elegido5.jpgLaura, Carlos, María, Alejandro, Pablo, Javier, Raúl, Carolina y Julia.

Y cuando vengan, entre todos, desplegáis nuestra alfombra mágica y todos juntos nos sentamos en ella y vamos a explorar nuevos horizontes: Pelayo, Eduardo, todos los primos y la abuela salieron en busca de aventuras inéditas.

Después de un rato de estar volando, lo primero que vieron allá abajo fue una gran extensión de un azul intenso y maravilloso salpicado de pequeños copos blancos y rizados y en aquel inmenso manto infinidad de manchas de todos los tamaños y en todos los tonos de verdes, ocre y marrón.

elegido4.jpg_Mirad niños, esto es el Mar Mediterráneo, los puntitos blancos que veis es la espuma de sus olas y esas manchas de colores son las Islas Griegas.

_Yo creía que eso estaba muy lejos de nuestra casa

_Pues como podéis ver, con nuestra imaginación solo tenemos que acercarlas a nosotros y disfrutar de su belleza.

_ ¿Bajamos a verlas mejor?

_De acuerdo, vamos.

elegido2.jpgDescendieron con su alfombra mágica y ya en tierra, se encontraron en un pequeño pueblecito de pescadores, con calles estrecha y empinadas, que estaban de fiesta; se celebraba una boda y toda la gente estaba contentísima, había largas mesas llenas de sencillas y a la vez exóticas viandas y todos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, jóvenes, viejos y niños, comían, bebían y bailaban, unos bailes preciosos, todos cogidos de las manos y agitando con ella un pañuelo, formando largas filas y corros y aquel baile le llamaban Sirtaky.

Estuvieron un gran rato disfrutando con aquella gente tan encantadora y aunque no les apetecía marcharse de un sito tan alegre tuvieron que hacerlo, porque tenían que proseguir su viaje.

Subieron a su alfombra mágica y poco después llegaron otra vez a una región preciosa, donde el mar tenía un  color turquesa por unos sitios y por otro color esmeralda, acariciaba la arena  blanquísima de la costa y un poco más hacia el interior  se podía ver una imponente montaña, coronada por una gran masa de humo y que por todos los habitantes del lugar era temida, por misteriosa y maldita.

Al pie de aquel monte había unos verdes campos de labor así como de diversos grupos de casas donde vivían buenas gente que se dedicaban a su cultivo; entre ellos había un muchacho un poco mas bueno y más inocente que los demás, que se llamaba Venancio, pero al que todos le llamaban Ve, y del que aprovechándose de su bondad no lo dejaban descansar ningún momento.

_Anda Ve, tráeme aquel saco de paja.

_ Anda Ve, tráeme ese haz de leña.

_ Anda Ve, trae agua de la fuente.

_ Anda Ve, trae el burro que se ha escapado.

Y así a todas horas; El pobre Ve estaba harto de sentirse gobernado por todos sus paisanos y pensaba si no se  podría sentir alguna vez libre.

Un día contemplando el monte tan altivo, con su blanco penacho de humo se sintió atraído hacia él,  pensando en que si viviese allí arriba nadie podría mandarle nunca más y sería libre; Casi sin darse cuenta empezó a escalarlo; Ve subía como hipnotizado y cuanto más se acercaba a su cima, más clara le parecía oír una voz, que lo llamaba, hasta que cuando se vio rodeado por el humo este se solidifico formándose vagamente una figura un tanto extraña; Era el mago que habitaba en las entrañas del monte y que al resoplar producía aquel vapor.

Aunque su aspecto era un poco impresionante se trataba de un mago bueno; Su voz era amable y tranquilizadora, cundo le pregunto a Ve como se había atrevido a subir ya que, todos los habitantes del lugar creían que era un monte maldito; Ve le contesto que a él no se lo parecía, más bien lo encontraba un sitio sereno y libre que era lo que el mas deseaba, entonces el mago le pregunto:

_¿Tu quieres ser libre como los pájaros?

_¡Sería mi mayor ilusión! Le contesto Ve.

Entonces el mago lo rodeo con sus brazos, lo envolvió en humo y soplo suavemente sobre él, y Ve convertido en una nube vaporosa salió flotando por el azul del cielo ¡Ya era libre! Solo había dejado su nelegido13.jpgombre en el monte Ve.

Días después la gente del pueblo al notar la falta entre ello de Ve empezaron a preguntarse unos a otros si sabían algo de él.

_¿Sabes algo de Ve?

_ ¿Sabes qué hace?

_No, hace días que no lo veo.

_ ¿Y tú, lo has visto?

_Si, la otra mañana Ve subió al monte maldito, pero desde entonces no lo he vuelto a ver.

_ ¿Y tú, tampoco lo has visto?

_Si, Ve subió al monte misterioso, pero fue por la tarde.

_No, Ve subió al monte al anochecer.

Y de esta forma, sin ponerse de acuerdo entre ellos, todos decían que Ve subió al monte, pero después nada más se sabía de su desaparición, con lo cual paso a ser otra leyenda más que añadir al monte que desde entonces dejaron de llamarlo maldito y tomo el nombre de Ve SUBIO.

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